Uno de los planes preferidos de los niños en vacaciones es un día de playa. Allí, junto a la orilla del mar, encuentran un fantástico mundo de diversión donde el tiempo se detiene para ellos en juegos de agua y arena. Y lo que para los más pequeños significa una jornada de entretenimiento, en el caso de los padres se traduce en momentos de relax.
Sin embargo, no hay que bajar nunca la guardia en lo que a las medidas de seguridad de los menores respecta, si no queremos que nuestras vacaciones se llenen de nubarrones innecesariamente.
Con el sol y el agua no se juega. A veces no son muy visibles, pero están llenos de considerables riesgos y peligros ante lo que es conveniente tomar precauciones. Si lo que quieres es que tu día de playa sea inolvidable, lo mejor es tener en cuenta todos los detalles relacionados con la incidencia de los rayos solares, la vigilancia en zonas muy concurridas, las contingencias de la costa o accidentes en la arena.
La Asociación Nacional de Seguridad Infantil, con la llegada el periodo estival, ha preparado un decálogo de pautas a modo de recomendaciones (con el apoyo de Emergències Setmil) con el objetivo de poner a disposición de las familias las herramientas necesarias para una buena prevención.
Consejos para disfrutar de la playa con seguridad
1. El primer y más importante de los consejos es: no le quites la vista de encima ni un momento, y, por supuesto, no permitas que vaya solo. La playa es un lugar lleno de atractivos para un niño, agua, olas, arena, otros niños, juguetes… miles de cosas pueden llamarle la atención y si se decide por el agua, se meterá, persiguiendo una ola puede adentrarse en el mar sin tener conciencia de los peligros que supone. Recuerda que un niño necesita muy poco tiempo y muy poca agua para ahogarse.
2. Frecuenta playas con servicio de socorrismo y sigue sus indicaciones, respeta las banderas. Nada más llegar a la playa localiza al SOS, dile a tu hijo donde está, explícale que está ahí para ayudarle, que puede pedirle auxilio en cualquier momento. Haz que conozcan y respeten la figura del socorrista.
3. No dejes que entre solo al agua. Aprender a flotar y luego a nadar lo antes posible es una buena forma de prevenir accidentes (no la única). Si no sabe nadar, lo mejor es que lleve chaleco salvavidas. Hay que tener cuidado con otro tipo de materiales: manguitos que se escurren, aros que no se ajustan, colchones que con las corrientes se adentran en el mar…
4. Protegeos del sol. La piel infantil es muy delicada, por ello se recomienda el uso de crema solar con factor de protección suficiente y adecuado al fototipo de la piel del menor. Si vas a la playa con los niños, evita las horas centrales del día y no te excedas en el tiempo de exposición. Pon una gorra o sombrero al niño, cúbrele con ropa fina y de colores claros. Los ojos y los labios son también zonas sensibles al sol, por ello actúa en consecuencia: pone gafas de sol con protección UVA y protector labial.
5. Cuidado con las comidas copiosas, es mejor esperar un rato para bañarse. De hacerlo, haz que el niño entre despacio en el agua, que se acostumbre a la temperatura. Ten también precaución con el ejercicio intenso en las horas de más calor, los niños pueden sufrir un golpe de calor. Cuando se están divirtiendo, olvidan beber, por ello debes estar pendiente de que ingiera agua con frecuencia para evitar la deshidratación.
6. Desgraciadamente vemos más lesiones medulares y contusiones de mayor y menor gravedad de lo que quisiéramos (medio centenar se produce cada año por esta época). Cómo evitarlo: no dejes que se tire de cabeza, ni que practique saltos peligrosos en la arena.
7. Jugar en la playa es divertido, tanto que los niños se despistan y pueden perderse entre bañistas, hamacas, colchonetas, sombrillas… es muy fácil que se desorienten. Una interesante medida para evitar un disgusto son las pulseras identificativas. Pídelas en el puesto de socorro. De no haberlas, escribe tu teléfono sobre su piel o en una prenda de ropa que lleve puesta y dile donde lo tiene anotado. Si el niño puede entenderte, dale referencias, aprenderá a orientarse. También te recomendamos elegir siempre la misma ubicación en la playa o buscar un punto de referencia, a ser posible grande y estático, para ayudar a orientarse al niño.
8. Cuando te bañes con él, aunque seas un experimentado nadador, ten en cuenta que tu capacidad es menor que si nadas solo. Los socorristas tienen entre la lista de personas con riesgo de ahogamiento a los padres con niños. Si algo ocurriera, no sueltes al niño, perderás libertad de movimiento. Tenlo en cuenta y no te expongas más de la cuenta.
9. Por último, el 1-1-2 debe ser un teléfono familiar para nuestros niños, tienen que saber que pueden llamar ante cualquier problema, si ven a alguien en dificultades en la playa, que avisen al socorrista o a ti, para que llaméis al 1-1-2. Ellos también pueden hacerlo si tienen un teléfono a disposición.
Una última recomendación: cuidado con las medusas. Tenerife posee un litoral muy diverso y, por tanto, con una oferta muy variada para disfrutar en familia de soy y baños. Desde paradisíacas playas de arena blanca hasta piscinas naturales hechas de lava volcánica. En todas ellas encontramos fauna y flora que llamarán poderosamente la atención de los más pequeños, curiosos por naturaleza (cangrejos, musgo, pequeños camarones, lapas, burgados…).
Enséñales no solo a ser respetuoso con ellos sino también, y principalmente, a manipularlos con mucho cuidado, sobre todo cuando el litoral recibe la visita masiva de medusas, lo que se ha convertido muy habitual por estas fechas en los últimos años. Advierte a los niños que nunca se debe tocar una medusa con las manos aunque esté aparentemente muerta en la arena, ni meter en agua dulce el brazo o la zona afectada por el contacto con la medusa.
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