Museo del Cosmos El laberinto de los espejos, el experimento preferido de los niños

Los laberintos siempre han tenido un componente mágico para los niños. Llenos de misterio, atraen la atención de los más curiosos. Pero hay laberintos que van más allá del sencillo juego de encontrar la salida, son experiencias, ideas o experimentos con los que la ciencia trata de demostrar sus teorías, como el de espejos, que juega con la percepción del espacio físico y conduce a la desorientación.

Esta semana, en la sección digital de Museos de Tenerife ‘Tras el cristal‘, se destaca el módulo El laberinto de espejos, que forma parte de la exposición permanente del Museo de la Ciencia y el Cosmos. Se trata del módulo preferido por los más pequeños, creado con espejos paralelos que generan infinitas imágenes.

Llama la atención quizá por los misterios que esconde, ya que en un laberinto siempre hay un misterio, o por los nervios de perderse y encontrarse. Espejos por todos lados, imágenes mil veces repetidas. ¿Cuál es la buena? ¿Todas? ¿Dónde estoy yo?… Y ¿cómo salgo de aquí? El cerebro se confunde tanto que no hay más remedio que sonreir.  ¡Y llevar las manos por delante, si no… cabezazo!

La sección ‘Tras el cristal’ surge con la idea de recuperar del olvido aquellas piezas que, en su momento, fueron seleccionadas para formar parte del libro ‘Tras el cristal. Una visión de los museos del Cabildo de Tenerife’. Se trataba de una obra que incluía una selección de 53 objetos, especímenes o conceptos, realizada por los entonces directores de los museos del Cabildo. Así, los criterios de selección fueron muchos y muy variados, desde una simple apreciación estética hasta aspectos como su significado simbólico, su condición de ejemplar único o, también, por formar parte del anecdotario del museo.



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