Crear un hábito de lectura nos enriquece a todos. Estimula la creatividad, la imaginación, la inteligencia y nuestra capacidad verbal.
Fomentar la lectura en los niños es importante y siempre es el momento perfecto para acostumbrar a nuestros hijos a tener siempre un libro como acompañante y cómplice de aventuras.
Pero, ¿por qué fomentar un hábito lector desde pequeños? La lectura nos aporta beneficios en todos los aspectos. Leer es una actividad que ayuda a establecer conexiones en el cerebro y a mejorar la concentración.
Es una tarea vital para el aprendizaje, ya que los libros nos enseñan sobre lo que pasa a nuestro alrededor, nos permiten enriquecer nuestro vocabulario y desarrollar nuestra imaginación. Los niños que tienen un buen hábito de lectura, confían en sus capacidades, son más creativos e imaginativos y aprenden mejor.
Inculcar el placer por la lectura es tarea de todos, de padres y educadores, pero es en el ámbito familiar y la actitud de madres y padres respecto a la lectura, lo que les va a influir de manera fundamental en sus futuros hábitos lectores.
El desarrollo de estos hábitos debe comenzar en edades muy tempranas, desde que juegan con libros con imágenes que les aportan beneficios para el desarrollo del lenguaje y, más tarde, cuando comienzan con el aprendizaje de la lecto-escritura.
No hay que olvidar que los adultos somos el modelo de referencia, por lo que crear un buen hábito de lectura debe comenzar por tenerlo nosotros.
Leerles desde pequeños, compartir lecturas, llevarles a bibliotecas o animarles para participar en talleres de lectura o escritura, son algunas pautas que podemos seguir para fomentar el amor por los libros.
Un requisito indispensable para fomentar la lectura infantil es encontrar libros que interesen y motiven a los más pequeños, lecturas adaptadas a cada edad. Y actualmente es tarea fácil, ya que casi todas las librerías tienen su propia sección infantil e incluso hay librerías especializadas en libros para niños, por lo que pueden asesorarnos para elegir la mejor lectura para ellos.
Tanto si compramos como si acudimos a una biblioteca, tenemos que elegir un libro adecuado a cada edad. Durante los tres primeros años de vida son convenientes los libros de escenas cotidianas que le permitan adquirir vocabulario. Este tipo de libros se caracteriza por tener ilustraciones y poco texto.
A medida que el niño crece, texto e ilustración se van equilibrando progresivamente. A partir de los 10 años comienza la «edad de oro» de los lectores. Es cuando triunfan las series de aventuras, de brujas con poderes sobrenaturales, de grandes protagonistas de historias de misterio…
Cada niño tiene su ritmo, por eso es importante saber en qué momento del aprendizaje lecto-escritura se encuentra y conocer sus gustos y preferencias. La lectura no puede ser una obligación, ya que asociarla con algo negativo provocará que la rechacen.
Un buen lector no sólo lee cuentos o novelas, también puede encontrar el placer de la lectura en los cómics o en revistas especializadas. Lo importante es que lean.
(Imagen cabecera, ‘Laberinto de libros’ de Marcos Saboya y Gualter Pupo expuesto en London 2012 Festival e inspirado en el escritor Jorge Luis Borges)
Sitios de interés:
Biblioteca Pública del Estado de Santa Cruz de Tenerife
Bibliotecas públicas, Cabildo de Tenerife
Biblioteca municipal Adrián Alemán de Armas