Protección infantil en el coche Nueva Ley sobre Tráfico y Seguridad Vial

La seguridad vial no es un juego de niños. La prevención ayuda a reducir riesgos en lo que a menores se refiere a la hora de circular en vehículos. La Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, que fue aprobada por el Congreso de los Diputados a finales de marzo, entra en vigor el día 9 de mayo e incluye novedades en relación con la protección los niños.

“La legislación en seguridad vial infantil es la que más ha cambiado en la última década. Cada poco se añaden nuevos aspectos que son totalmente desconocidos por la inmensa mayoría de la población”, nos explica vía correo electrónico Mikel Garrido, presidente de la Asociación Nacional de Seguridad Infantil. Y es que a pesar de las muchas campañas impulsadas por la Dirección General de Tráfico (DGT), las cifras sobre la mortalidad infantil en carreteras siguen siendo escalofriantes. Por ello, en la nueva normativa se refuerza la protección de los más pequeños en dos aspectos fundamentales: el casco en bicicletas y los sistemas de retención infantil (SRI) o sillitas.

 

La primera aplica medidas más restrictivas en vías urbanas. El casco de bicicleta es obligatorio en carretera para todas las edades, pero la nueva ley de tráfico impone su uso en menores de 16 años cuando circulen por ciudad. Además, la norma refuerza la seguridad de los ciclistas en caso de adelantamientos por otros vehículos.

En cuanto a la utilización y colocación de las sillitas en los automóviles, una medida que no habrá que cumplir a partir del 9 de mayo sino cuando se apruebe el Reglamento General de Circulación,  se sustituye el peso y la edad por la talla a la hora de obligar su empleo. Esto es, ningún niño que mida menos de 1,35 metros, con independencia de edad o peso, podrá viajar en el asiento delantero si hay libre una plaza en el posterior, ni siquiera con un dispositivo adecuado. Si no se hace uso del SRI, puede implicar la inmovilización del coche.

Más sensibilidad y menos tópicos

Son llamativas las noticias de famosos (este es el caso de Messi y Ortega Cano) ‘cazados’ con sus bebés en el coche sin sistema de retención, pero no es un problema exclusivo de celebridades. El diario ‘El Mundo’ desvela que en 2012, 11 de los 36 niños fallecidos en accidente, no llevaban ningún tipo de sujección. Llevarlo evita alrededor del 70% de las lesiones mortales o graves.

Pero es que además, “según la propia DGT y datos de la OMS, cerca de un 70% de los menores que viajan en automóvil con SRI lo hacen de forma inadecuada”, indica el presidente de la Asociación Nacional de Seguridad Infantil, quien advierte que “son necesarios sólo 30 segundos para asegurarse que un menor tiene correctamente instalado el SRI; por 30 segundos de prisa o dejadez podemos tener una desgracia mortal o con consecuencias para toda la vida”.

 

“La obligación es el primer paso, el necesario”, defiende Mikel Garrido en relación con la  inclusión de estas cuestiones en la nueva Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial “como única manera de ‘casi’ generalizar su uso”. En un alto porcentaje de siniestros con menores implicados, siempre destaca “el exceso de confianza” del adulto que conduce o el “a mí no me va a pasar”. “Esto conlleva a que en ocasiones en trayectos cortos no se emplee el SRI en menores o por ejemplo que no se utilice el casco en la bici”, apunta, y denuncia que “la sensibilidad de su necesidad en ocasiones pasa a segundo plano” y tópicos como el “total es aquí al lado’ o ‘siempre hemos ido así’ siguen pesando demasiado”.

Sistemas de Retención, ¿una odisea para los padres?

La elección de la posición más segura de la sillita en el vehículo, su correcta colocación en función del sistema de anclaje o la marca del coche, así como una selección en cuanto a calidad y homologación de este dispositivo y acorde a la edad del niño “se convierten en ocasiones en una auténtica odisea” para muchos padres, sobre todo los primerizos.

“Por una encuesta realizada entre padres y madres, sabemos que casi ninguno de ellos es ‘consciente’ de este mal uso de los SRI”, por tanto, “en la mayoría de los casos no es por dejadez, sino por el hecho de que en sí existen SRI complejos de instalar y que a primera vista parece que están correctamente fijados”, sostiene Garrido.

 

En este sentido, la Asociación Nacional argumenta que al desconocimiento o “falta de interés” sobre la normativa en materia de seguridad vial infantil se une la “saturación de información” que rodea a la colocación de los dispositivos de seguridad, lo que se convierte en un problema con graves consecuencias. “En estos momentos se sigue innovando en seguridad infantil en el automóvil. Nuevos sistemas que tratan de aumentar no sólo la seguridad sino también la facilidad de instalación. Esto, que es una considerable ventaja y avance, provoca sin embargo que los más novedosos no sean compatibles con el 100% de los vehículos, es decir, que los coches más antiguos en ocasiones no cuentan con estas medidas y avances que imposibilitan la adecuada instalación del SRI -expone Garrido. Unido a los ‘tecnicismos’ que pueden existir en este sector y que son desconocidos para la inmensa mayoría de padres ‘primerizos’ o ya con hermanos muy mayores (Isofix, Top Tether, i-Size), provoca que en ocasiones haya que hacer un auténtico máster para elegir el SRI adecuado al hijo”.

Esta es la causa por la que la Asociación Nacional de Seguridad Infantil quiere dar un paso adelante en lo que concierne a la protección de los menores en las carreteras y defiende que “además de la ley, debería existir una adecuada formación que tratara los aspectos del por qué emplear SRI, de cómo seleccionar uno y como instalarlo adecuadamente”.

 

Como entre las áreas de acción de esta entidad sin ánimo de lucro se encuentra el asesoramiento y formación para familias y profesionales en temas relacionados con la prevención de accidentes infantiles, una de sus últimas campañas promueve “que las ventas de SRI sea llevada a cabo por profesionales cualificados”.  “¿Por dónde van a pasar el 95% de padres y madres a la hora de seleccionar un SRI?, por un comercio especializado. Es ahí, y seguimos insistiendo en ello, -añade Mikel Garrido- que el personal debe de estar adecuadamente formado para que sea un prescriptor más que un vendedor para los padres”.



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