Raíces y alas. Pero que las alas arraiguen y las raíces vuelen (Juan Ramón Jiménez)
Cada infante tiene su propio ritmo para florecer, madurar y avanzar en las diferentes fases del crecimiento. A pesar de ello, este proceso natural es saboteado por la estructura rígida de la escolarización normalizada en nuestra sociedad. El resultado es el fracaso de este modelo y el auge de otras alternativas de proyectos de educación respetuosos con niños y niñas, que tienen en cuenta los complejos procesos emocionales de los pequeños.
En Tenerife, surge Raíces y Alas, una propuesta pedagógica para niñas y niños de 2 a 6 años, basada en tres pilares: el acompañamiento respetuoso, la educación viva y la educación activa. Entienden el proceso educativo como respetuoso, activo y vivo, que se manifiesta de diferentes maneras y en diversos espacios, tanto para las niñas como para los adultos, con el objetivo principal de permitir ser, estar y vivir en armonía.
¿Qué significa acompañamiento respetuoso?
El acompañamiento en espacios educativos respetuosos es una relación esencial y delicada. Un espacio educativo respetuoso con las necesidades físicas y emocionales de los niños, permite que puedan desarrollarse felices. El amor hacia la infancia y su respeto, hacia sus procesos vitales y de desarrollo, en un ambiente preparado para acompañar durante los primeros años de vida, con juego libre, contacto con la naturaleza e individualización como objetivos primordiales.
En el espacio educativo Raíces y Alas, este respeto a las necesidades de los niños, es una condición necesaria para su sano desarrollo intelectual, emocional y social. Se basan en una educación que acoge y parte del respeto a las necesidades, los ritmos y la intimidad de cada persona y que permite ir creando comunidades generadas desde la profunda aceptación y respeto mutuo. Por ello, apuestan por un acompañamiento libre de juicios (diferenciando lo que un niño es, de lo que un niño hace) y personalizado, creando pequeños grupos para cuidar el crecimiento y poder garantizar la atención individualizada de cada infante y su familia.
El objetivo es construir un vínculo emocional con los niños, basado en la libertad, el respeto mutuo y los límites compartidos, fomentando el desarrollo de unas relaciones sociales sanas.
“Lo que tenemos que aprender lo aprendemos haciendo»
¿Por qué Educación Activa?
En Raíces y Alas, parten de que el desarrollo del ser humano es un proceso que parte del interior del individuo en interacción con el entorno. La educación debe respetar este proceso, que surge de una curiosidad innata y unas necesidades profundas de desarrollo.
El deseo de aprender, por tanto, se convierte en motor de desarrollo innato en los niños. Para respetar este proceso, las acompañantes, hacen una observación atenta y personalizada, proponiendo aquellos materiales o situaciones que respondan a las necesidades auténticas de aprendizaje que va mostrando cada uno en particular.
La educación activa se basa en ofrecer a la infancia las herramientas que le permitan crear sus propios procedimientos para poder resolver una situación de aprendizaje. Niños y niñas son protagonistas de su propio aprendizaje.
Para comprender hay que vivir y experimentar
Educación Viva
Siendo el objetivo de la educación viva, el desarrollo integral del niño, es fundamental que las familias se impliquen en el proyecto de forma activa y participativa, ya que su papel, igual que el de las acompañantes, consiste en crear posibilidades de aprendizaje y reflexión constante.
Raíces y Alas pretende ser un espacio de aprendizaje vivo y participativo, de convivencia y de intercambio relacional entre adultos e infantes, donde exista coeducación entre la escuelita, el hogar y el entorno.
Un lugar donde aprender a través de las vivencias, teniendo en cuenta principios como: educar para ser, libertad y límites y actividad espontánea y juego libre.
Para más información sobre matrículas, actividades y talleres:
C/Suprema, 19A Cruz Chica, La Laguna, S/C Tenerife
Teléfono: 607 69 90 90
raices.educacionactiva@gmail.com