Uso y abuso de las tecnologías en la infancia y adolescencia ¿Qué necesitamos saber?

Ya estamos en verano y a menudo se usan las pantallas (tv, móviles, tablets, etc.) como recurso para mantener entretenidos a niños/as y pre-teens. Pero ¿dónde están los límites de entre el uso y abuso? ¿Qué debemos saber como educadores de menores -hasta 14 años- para conseguir un uso adecuado?

La mayoría de psicólogos y psicólogas coinciden en que la pregunta clave para determinar cuándo el uso se convierte en abuso sería: ¿qué cosas fundamentales en la vida diaria se están quedando atrás mientras estás conectado/a?

No se trata tanto de la cantidad de tiempo, si tenemos en cuenta que a veces trabajamos o estudiamos con la red, como de si estamos desatendiendo otros temas importantes.

En otras palabras, cuando se deja de estar en familia, de realizar las tareas escolares, de realizar actividades de ocio, de quedar con amigos, de salir a la calle por atender a demandas virtuales (en redes sociales, videojuegos o similares) es cuando podemos considerar que tenemos un problema.

Algunos síntomas de abuso podrían ser:

• Preocupación excesiva por internet y/o el juego online: pensar constantemente en lo que se hizo online o se va a hacer después, lo que se compartió y la repercusión que tiene (me gustas, retuiteos, pineos…).

• Síntomas de dependencia. Sentirse mal cuando no hay conexión, batería, cobertura…

• Aumento del umbral de tolerancia: tener que invertir más tiempo para conseguir la misma satisfacción.

• Pérdida de otros intereses.

• Intentos fallidos por controlar el uso.

• Empleo de internet para escapar de estados de ánimo tristes, ansiedad o inquietud.

“Otros autores coincidirían en que los efectos negativos de la adicción se expresan en los ámbitos familiar, académico y profesional» (Young, 1999). «La persona adicta se aísla del entorno y no presta atención a otros aspectos de las obligaciones sociales» (Echeburúa, 1999).

 

Sabiendo esto ¿qué deben hacer padres y madres para prevenir estas situaciones?

Mi consejo es que la familia debe reflexionar conjuntamente el siguiente decálogo:

1. Fija un tiempo de uso para todos los dispositivos. De poco sirve estar una hora en el portátil si luego estas muchas horas con el smartphone y la consola.

2. Evita el Phubing (ignorar a otra persona en una conversación por estar mirando el móvil), puede que alguien de tu grupo se sienta molesto/a.

3. Haz mute: pon tus dispositivos en silencio o desactiva las notificaciones para evitar distracciones excesivas mientras estudias o necesitas espacio para concentrarte o dialogar en familia e incluso con tus colegas.

4. Piensa que desconectar a veces está bien, puedes compartir momentos de tu vida también fuera de las redes sociales.

5. No reveles información y datos personales, principalmente en las plataformas de juego online, los chats son sitios donde se habla de todo.

6. Ten cuidado con las apuestas online, pierdes tiempo y casi siempre todo tu crédito.

7. Los juegos de webs y redes sociales contienen accesos fraudulentos a tus datos o dispositivos, juega y diviértete pero piensa lo que arriesgas.

8. Recuerda que la televisión también es una pantalla. Si quieres que tus hijos e hijas no se pasen la comida mirando el móvil, da ejemplo apagando la tele.

9. No olvides que WhatsApp es una red social y también genera dependencias. Reflexiona sobre el uso que las personas adultas de la casa están haciendo de ella.

10. Con los menores de 9 años también es necesario reflexionar sobre estos temas. La prevención se hace desde pequeños. Sugerimos que con los/as más pequeños/as se vea y comente el cuento infantil ‘El día que que se apagó la pantalla’.

 

Por último, les recomendamos los consejos útiles para familias del proyecto pantallad@s

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Escrito por: Educatecnólogo



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